Cuando planificamos nuestro viaje en familia, surgen las dudas acerca de qué tipo de vacaciones queremos, y entre ellos suelen estar dos grandes opciones: los parques temáticos y los destinos naturales. Ambos ofrecen experiencias únicas y pueden ser la elección perfecta según lo que cada familia busque en sus vacaciones. Mientras unos prefieren la adrenalina y el entretenimiento de los parques de atracciones, otros valoran la paz y la aventura que ofrece la naturaleza. Elegir entre uno u otro no siempre es fácil, por lo que es importante conocer qué aporta cada tipo de viaje. La verdad es que nosotros no sabemos quedarnos con uno, son dos alternativas que van mucho con nuestra forma de viajar en familia.
La emoción de los parques temáticos
Para muchas familias, un viaje a un parque temático es sinónimo de magia, diversión y recuerdos inolvidables. Lugares como Disneyland París, PortAventura, Parque Warner, Isla Mágica o Legoland (entre otros más) combinan atracciones emocionantes con espectáculos, personajes icónicos y ambientaciones que transportan a otro mundo. Los niños pueden conocer a sus personajes favoritos, los adolescentes disfrutan de montañas rusas llenas de adrenalina y los adultos también encuentran entretenimiento en las experiencias únicas que ofrecen estos parques.
Uno de los principales atractivos de los parques temáticos es que la diversión está garantizada sin necesidad de planificar demasiado. Todo está diseñado para ofrecer entretenimiento constante, con opciones de restauración, áreas de descanso y atracciones adaptadas a todas las edades. Además, la comodidad de contar con hoteles dentro o cerca del parque facilita la experiencia, permitiendo que la familia se enfoque únicamente en disfrutar.
Sin embargo, estos destinos para viajar con hijos también tienen inconvenientes. La afluencia de público puede hacer que las colas sean largas y que las visitas se vuelvan agotadoras, especialmente en temporada alta. Además, los precios de las entradas, la comida, que no suele ser la mejor, y los souvenirs pueden hacer que la factura final sea considerablemente alta. Para muchos, la inversión merece la pena, pero es algo que conviene tener en cuenta al organizar el viaje.

La aventura de la naturaleza
Por otro lado, quienes prefieren un viaje más tranquilo y en contacto con el entorno natural encuentran en la naturaleza un destino ideal. Explorar el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Pirineo Aragonés, recorrer los Picos de Europa o hacer una ruta en familia por la Selva de Irati son solo algunas de las opciones que permiten desconectar del ritmo acelerado del día a día. Este tipo de viajes no solo fomentan la actividad física y la exploración, sino que también educan a los niños en el respeto por el medioambiente y la importancia de la conservación.
Viajar a la naturaleza permite moverse con mayor libertad, sin las restricciones de horarios o las aglomeraciones típicas de los parques temáticos. Además, existen opciones para todos los gustos: desde el senderismo en familia hasta las actividades acuáticas en lagos y ríos, pasando por la posibilidad de dormir bajo las estrellas en un camping o casa rural. En términos económicos, también puede resultar más asequible, ya que muchas actividades al aire libre son gratuitas o tienen un coste bajo.
No obstante, hay factores que pueden hacer que este tipo de viaje no sea para todos. La climatología es un aspecto clave, ya que una lluvia inesperada puede dar al traste con cualquier plan al aire libre. También requiere una planificación más detallada en cuanto a equipamiento y organización, especialmente si se viaja con niños pequeños. Para algunas familias, la falta de entretenimiento estructurado puede hacer que los más pequeños pierdan el interés más rápido que en un parque temático, por lo que es importante elegir bien las actividades según sus edades y preferencias.

¿Cuál es la mejor opción para tu familia?
La decisión entre un parque temático y un destino natural dependerá de lo que la familia busque en sus vacaciones. Si la emoción, la comodidad y el entretenimiento asegurado son prioritarios, los parques temáticos pueden ser la mejor opción. En cambio, si se busca aventura, tranquilidad y una conexión más profunda con el entorno, la naturaleza ofrece un sinfín de posibilidades.
Para aquellos que no pueden decidirse, combinar ambas opciones puede ser la solución perfecta. Existen muchos destinos donde es posible disfrutar de un parque temático y, al mismo tiempo, explorar un entorno natural cercano. Por ejemplo, una visita a Disneyland París puede complementarse con una escapada al Valle del Loira, y un viaje a la Costa Dorada permite alternar entre PortAventura y excursiones por el Delta del Ebro. De esta forma, toda la familia podrá disfrutar de lo mejor de ambos mundos y crear recuerdos inolvidables en cada aventura.
Hasta aquí nuestro artículo sobre los parques temáticos y la naturaleza como viaje en familia. Si te ha gustado, solo te pedimos que nos dejes tus comentarios y tus likes aquí en el Blog y en Redes Sociales, para nosotros es muy importante para poder seguir compartiendo contenido gratuito de calidad y seguir creciendo 🥰
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